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Mi vecino Totoro
火垂るの墓
Tonari no Totoro
Mi vecino Totoro
Portada del DVD en España
Género
Aventura, comedia, sobrenatural
Temática
Criaturas mágicas
Productor
Yasuyoshi Tokuma
Productor(es)
ejecutivo(s)
Hayao Miyazaki
Guionista(es)
Compositor(es)
Hayao Miyazaki
Idea original
86 min
Duración
Lanzamiento
Bandera de Japon 16 de abril de 1988 (Bandai)
Bandera de España 30 de octubre de 2009 (Aurum)

Mi vecino Totoro (となりのトトロ Tonari no Totoro) es una película de los Studio Ghibli, dirigida y creada por Hayao Miyazaki en 1988. Tras realizar esta película, se adoptó como logotipo del estudio a los Totoros. Es la tercera película del estudio tras su fundación.

Historia

¡Atención! Este artículo revela muchos detalles sobre la trama.


« Me subí encima de su barriga. ¡Tenía mucho pelo y una boca muy GRANDE! ¡Primero vi uno pequeño, luego otro más grande y luego uno ENORME que estaba durmiendo!
—Mei a Satsuki
»

Satsuki y Mei se mudan con su padre a un pueblo en el campo. Llegan a la casa, donde al entrar, Satsuki encuentra una bellota, al igual que Mei, pero a ella le cayó del techo. Su padre les explica que tal vez sean ardillas. También les pide que habrán la puerta trasera, y cuando lo hacen, una nube oscura de desvanece frente a ella, asustando a las niñas. Visto lo ocurrido, su padre les dice que tal vez sean conejitos nocturnos (en japonés dicen Mak-kuro Kurosuke, un juego de palabra con la palabra negro), que aparecen tras entrar rápidamente en una habitación oscura. Ahora el padre les pide que encuentren la escalera que lleva al segundo piso. Al encontrarla, cae una bellota por las escaleras y piensan que se encuentran los conejillos, por lo que suben prudentes. Vuelven a verlos, por lo que decide Satsuki abrir la ventana para que entre luz. Mei, que se queda mirando por donde han huido estas criaturas, mete el dedo en la hendidura, y salen nuevamente, ensuciado su cara, pero logra atrapar uno. Baja rápidamente, y se cocha con una anciana, lo que le asusta. Su padre le dice que son esos modales, y presenta a Nanny, la abuela que tiene una granja vecina y que ha venido a ayudar. Mei muestra sus manos, esperando que vieran al conejillo que había atrapado, pero sólo tiene las manos negras. Entonces, Nanny les cuenta que son duende del polvo, espíritus que viven en casa deshabitada y que marcharán cuando en la casa rebose felicidad. Además, les cuenta que sólo los niños de corazón puro pueden verlos.

La mañana transcurre descargando muebles, y al tiempo aparece un chico con una gorra de marinero llamado Kanta, que le trae un cesto para Nanny, su abuela. Se lo da a Satsuki, de forma vergonzosa y sale corriendo, gritando que la casa está encantada, lo que molesta a Satsuki. Ya a la noche, mientras se tomaban un baño la familia, un fuerte viento golpea la casa, lo que mantiene asustado. Pero el padre saca fuerza, para reír, ya que dijo Nanny que los espíritus se marcharán si son felices. Y eso es lo que ocurre, los duendes del polvo se marchan esa noche.

Al día siguiente van al hospital a ver a su madre, a quien les cuenta lo ocurrido. Pasan el día, y Satsuki la ven mejor de salud, y espera que pronto le den el alta. Su padre les dice que muy pronto pasará eso.

A la mañana siguiente, Satsuki se marcha al colegio, mientras su padre se queda repasando papeles y Mei se entretiene en el jardín. Y es entonces cuando ve una especie de conejo blanco transparente, al cual persigue. Cuando se percata de que la sigue, empieza a correr y se mete bajo la casa. Mei vuelve a localizarlo, y ahora hay un segundo conejo algo más grande y azul, que carga un paquete repleto de bellotas. Vuelven a salir corriendo, camino a un bosque cercano. Mei no los pierde de vista, y llega hasta los pies de un alcanforero, donde se cae por un agujero entre sus raíces. Cae en una pequeña habitación, donde hay una gran criatura marrón durmiendo. Ella se monta sobre él y la despierta, descubriendo que lo que estaba persiguiendo son Totoros. Mei se queda dormida junto a él.

Cuando Satsuki llega del colegio, se da cuenta de que Mei no esta, y empieza a buscarla, y la encuentran dentro de unos matorrales, durmiendo. Al despertar, les cuenta que ha visto a los Totoros, y los lleva hasta el alcanforero, pero su entrada esta cerrada. Su padre le cuenta que tal vez haya visto al rey del bosque, y que ha sido un privilegio, ya que sólo lo verá cuando el quiere.

Al día siguiente, mientras Satsuki estaba en la escuela, ve por la ventana a Nanny y su hermana, y pide permiso para verlas. Nanny le cuenta que ella quiere estar con su hermana, ya que su padre esta en la universidad. Cabezota ella, al final se queda en la clase. Al salir, comienza a llover, y las chicas no tienen paraguas, refugiándose en un pequeño templo. Kanta que pasaba por allí, le da su paraguas y se marcha corriendo a casa. Al tiempo, las chicas le devuelven su paraguas a su madre y se marchan a la parada de autobús, a esperar a su padre.

El primero que pasa no esta, y deciden seguir esperando, aunque Mei se duerme. Repentinamente, al lado de Satsuki se pone Oh-Totoro, quien sólo tiene una hoja para cubrirse de la lluvia. Satsuki le deja el paraguas de su padre, lo que le hace feliz, propiciando un tremendo grito, que llama al Gato-bús. Como compensación, Oh-Totoro le regala un paquete a las niñas y se sube al vehículo, llevándose el paraguas. Seguidamente, llega el autobús con su padre.

En una carta a su madre, Satsuki le habla de lo ocurrido y de que en el interior del paquete había semillas y nueces mágicas, las cuales habían plantado en el jardín, a la espera de que sale. Por la noche, Satsuki y Mei ven como los Totoros están danzando alrededor de donde habían plantado las semillas. Las chicas se unen a la danza y con ella, hace que crezca vigorosamente las semillas, creando un imponente alcanforero. Seguidamente, Oh-Totoro saca una enorme peonza, subiéndose todos con él, que con ella, puede volar. Al despertar el día siguiente, en la zona del jardín donde estan las semillas, han aparecido unos brotes, alegrando a las chicas.

En la semana que se supone que venía su madre a casa, las chicas se encuentra en el huerto de Nanny, donde Mei coge una panocha de maíz, la cual quiere regalar a su madre. Pero Kanta aparece repentinamente, con un telegrama del hospital. Asustada Satsuki, llama a su padre para ver lo ocurrido, y se entera que tiene un resfriado y no puede venir, pero a la semana siguiente si. Satsuki desilusionada, discute con su hermana pequeña, ya que no lo entiende. Pero realmente Satsuki tiene miedo, ya que no es la primera vez que pasa esto. Mei que estaba observando, se calza sus sandalias, y con la panocha en la mano, se marcha de casa.

No tardan en darse cuenta de que se ha marchado, preocupando a Satsuki y Nanny, ya que piensan que se ha ido al hospital andando. Satsuki sale corriendo para el camino principal hacia el hospital, pero no hay rastro de ella. Kanta aparece en una bici y le dice que han encontrado una sandalia en un campo de arroz. Llega a él, pero la sandalia no es suya, aliviando profundamente a Nanny. Entonces se le ocurre una idea a Satsuki: pedir ayuda a Totoro. Llega a su hogar, y le explica lo ocurrido. Oh-Totoro encuentra una solución, suben a la copa y llama al Gato-bús. Con él, Satsuki encuentra rápidamente a su hermana, que estaba parada en un camino. Mei le explica que quería darle la panocha, y el Gato-bús, que lo estaba escuchando, decide llevarlas al hospital. En él, se encuentra que su padre esta de visita, y su madre está enfadada por el escándalo montado por el hospital por un simple resfriado. Las chicas la observan desde una ventana, y la ven saludable a su madre, tranquilizándolas. Además, le dejan la panocha, quien la recoge de su padre en la ventana, pero saben que es suya, porque han escrito en ella. Regresan al pueblo, donde pasarán el resto de sus días felices.

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